Mauricio Diaz es un hondureño 100% de principios y fe en Dios, que desea y trabaja para tener un mejor país. A través de su experiencia como economista, le ha permitido aportar a Honduras diagnósticos, escenarios y soluciones en términos de desarrollo socioeconómico y combate a la corrupción. Esta es la entrevista que concedió a la revista Soy Honduras.
SH: ¿Cómo se describiría usted mismo?
Una persona que intenta analizar y proponer soluciones a los principales problemas éticos y socioeconómicos del país.
SH: ¿Cuál es la satisfacción más grande en su vida?
Fundamentalmente tener una familia y conocer más a Dios para tener una integración completa de los principios y posibilidades de actuar en términos humanos y todo lo esto conlleva.
SH: Usted combate la corrupción y estudia los fenómenos económicos y la reducción de la pobreza, ¿Qué opina sobre la educación como factor de desarrollo en un país?
A lo largo de mi experiencia, he observado que la educación no solo ayuda a las personas y sus familias a superar la pobreza, sino que también es un medio para la realización personal y puede contribuir a soluciones más amplias para los desafíos de la sociedad. Esto incluye emprender iniciativas que contrarresten los desastres socio-naturales causados por el cambio climático, así como abordar problemas como la violencia y la guerra. La educación, en mi opinión, es fundamental para el progreso individual y colectivo en Honduras y en el mundo.
En la medida que una persona estudia, tiene la posibilidad de disminuir una cantidad de mitos o de aprendizajes no tan apropiados, porque la educación implica una carga ética esencial que facilita el análisis y comprensión de problemas humanos, contribuyendo al desarrollo de nuevos valores y principios relacionados con la fe, la moralidad y la esencia humana. A lo largo del tiempo, aunque ha habido periodos de poco progreso, se ha avanzado significativamente en el respeto a los derechos humanos y en la discusión de temas complejos y deshumanizantes como el racismo, que han influido durante milenios en las percepciones y comportamientos de individuos y sociedades.
La educación es clave para hacer más manejables y afrontar las futuras dificultades que enfrentará la humanidad. La educación no solo puede ayudar a mitigar estos problemas, sino también a encontrar soluciones complejas. Además, la educación es vital en asuntos delicados como la corrupción, vista como una degradación humana.
«La falta de una educación adecuada puede llevar a un deterioro mental, emocional y espiritual, llevando a las personas a justificarse a sí mismas para cometer actos indebidos, como la apropiación indebida de recursos».
Desde mi perspectiva, la educación es crucial para desarrollar una visión de compromiso más integral. Esta visión implica la adopción de nuevas ideas y enfoques, pero siempre con una fuerte carga ética. Creo que parte fundamental de la educación es fomentar no solo el conocimiento, sino también valores éticos sólidos que guíen nuestras decisiones y acciones.
SH: Usted ha tenido la oportunidad de asumir cargos públicos importantes como Ministro de Finanzas o Designado Presidencial, y no los aceptó ¿porque eligió participar para ser miembro de la Junta de Dirección Universitaria en la UNAH, y cuál es su propuesta principal para la Universidad desde la posición que ostenta?
En varias ocasiones he tenido la invitación a tomar puestos públicos, así como también a participar en temas electorales como el ofrecimiento de una candidatura presidencial en el marco de un partido político pequeño, pero en mi opinión, siento que puedo contribuir un poca más a nuestro país y particularmente con las personas más desposeídas, con la gente pobre, incluso con un segmento importante de la clase media, estando en un ámbito que no necesariamente es el público y en donde sin duda, hay también un deterioro lamentablemente progresivo de principios y de conceptos y de maneras de actuar, particularmente en miembros de partidos políticos que secuestran las instituciones con sus propios grupos, inmiscuyéndolos en cosas que nos son favorables para la población.
Estoy firmemente convencido de que puedo hacer más fuera del ámbito gubernamental, evitando de esta forma que las posiciones de alta investidura nublen mi juicio y limiten mi libertad, algo a lo que no estoy dispuesto. Por eso, decidí involucrarme en la Junta de Dirección Universitaria, un espacio donde fui electo y juramentado en el año 2023.
«Me siento agradecido con Dios de trabajar con un grupo de personas tan honorables y con los proyectos que estamos desarrollando. Si en algún momento no me hubiera sentido a gusto con el ambiente en la Junta, habría considerado dar un paso al costado y retirarme».
Creo firmemente que, como individuo, es esencial enfrentar los problemas, no a través de la violencia o imponiendo criterios, sino ofreciendo pensamientos constructivos y soluciones prácticas a los desafíos que enfrenta nuestro país. Parte de mi propuesta en la Junta y al Consejo Universitario de la UNAH, la he enfocado en proponer alternativas para mejorar la estructura organizativa y adaptar la educación superior a las difíciles circunstancias de la sociedad hondureña. Respetuosamente, veo la necesidad de diseñar políticas públicas efectivas y mejorar la institucionalidad pública, que se ha ido deteriorando. Abogo por utilizar el pensamiento científico para abordar problemas graves, como los ambientales y la adaptación a nuevas oportunidades educativas y laborales. Veo a la universidad como un vasto depósito de conocimiento y habilidades profesionales y humanas que podemos aprovechar para contribuir significativamente a la sociedad.
Creo que, como personas con formación, tenemos la responsabilidad de devolver y contribuir a la humanidad y a nuestro país. Esto implica abordar la eficiente asignación de recursos financieros, educativos y humanos en nuestro trabajo. Junto con mis colegas, nos enfocamos en temas de transparencia, mejora de la planificación y diseño de nuevas oportunidades. Nuestro objetivo es fortalecer nuestra universidad y, con ello, la educación superior en Honduras, lo que también apoya la educación media y básica. Considero que Honduras, y en particular la UNAH, tiene un gran potencial para lograr esto, similar a lo que otros países han conseguido. Hemos trabajado en un plan nacional de desarrollo, una iniciativa que me ha permitido reflexionar y ganar impulso emocional y mental.
Veo a la universidad como un actor crucial en la solución de los grandes problemas de nuestro país, tanto en términos de organización como en la resolución de problemas de salud. Esto incluye cuestiones dentales, hospitalarias y farmacéuticas. Además, creo en la importancia de diseñar estrategias que protejan a los menores, a las mujeres y a otros sectores de la población cuyos derechos puedan estar en riesgo. Esta visión resalta el papel integral que la educación, especialmente la educación superior y, en mi caso, nuestra universidad, puede desempeñar a corto y mediano plazo en abordar y complementar estas necesidades con respeto y esfuerzo.
SH: ¿Cuáles cree que son las mayores dificultades a la que se enfrentan los lideres gobernantes al momento de generar desarrollo?
Pueden ser muchas, pero intentare dar algunas ideas:
Creo que los líderes gubernamentales enfrentan varias dificultades significativas al intentar generar desarrollo. Primero, muchos líderes tienen preconceptos erróneos sobre llegar al poder como un premio, lo cual implica un uso indebido del tesoro público, una práctica que lamentablemente no es corregida por los partidos políticos.
Segundo, la improvisación en la gobernanza se ha convertido en una norma no oficial, lo que puede abrir la puerta al manejo indebido de los recursos públicos. Esto se relaciona con la falta de planificación y programación presupuestaria, impidiendo un manejo efectivo de los crecientes recursos públicos en un país con altos índices de pobreza.
Finalmente, un tercer problema es la desarticulación y el desgaste progresivo de la institucionalidad pública, exacerbado por la falta de claridad y unidad entre las fuerzas políticas. Esto dificulta que las instituciones cumplan con sus objetivos fundamentales. Además, la influencia a veces excesiva de políticas propuestas por organismos internacionales puede ser problemática, especialmente cuando estas políticas tienen una carga ideológica que no está respaldada por fundamentos académicos o científicos sólidos. Esto puede desviar las propuestas de su mejor curso y limitar su eficacia.
Yo diría que están esos esos tres elementos y posiblemente un cuarto en los desafíos que enfrentan los líderes gubernamentales. Primero, la falta de una dirección clara por parte de las fuerzas políticas a menudo lleva a la desintegración y al deterioro de la institucionalidad pública, impidiendo que las instituciones cumplan con sus objetivos fundamentales. Este problema está profundamente arraigado en la dinámica de los partidos políticos y se ve agravado por la influencia de políticas propuestas por organismos internacionales. Estas políticas, aunque presentadas como soluciones, a menudo llevan una carga ideológica que carece de respaldo académico o científico sólido, como señala el premio Nobel Joseph Stiglitz. Esta falta de fundamento puede desviar las propuestas de su mejor curso y limitar su eficacia.
SH: En su opinión, ¿Cuál es la clave para lograr tener un mejor país y cuál es su consejo para las nuevas generaciones de hondureños que no visualizan sus sueños en el país?
La propuesta central que debe construirse cada vez con mayor detenimiento es el establecimiento de un gran pacto socioeconómico y político, en el que estén convocados todos los sectores y en donde la academia pueda jugar un rol determinante junto con la población a la cual no solamente hay que llevarle a las cosas hechas, sino que esta población hay que tomarla en serio porque también tienen ideas y también tienen soluciones probablemente más sencillas y concretas de las que normalmente establecen los que manejan el poder y los que manejan también segmentos importantes de la cooperación internacional.
Entonces, si esto es lo pudiéramos hacer en el corto y mediano plazo, necesitamos reorganizar los recursos del país, teniendo en cuenta sus treinta y un valles y cambiando el enfoque de la inversión pública y privada, especialmente en áreas de alta vulnerabilidad al cambio climático. Se deben evitar las inversiones en zonas propensas a desastres naturales, como carreteras susceptibles a ser destruidas por ríos o áreas agrícolas afectadas por sequías intensas. Este replanteamiento es crucial para convencer a la comunidad internacional y a los donantes de redirigir sus recursos hacia una planificación más responsable y técnicamente complementaria con el presupuesto público, con el fin de lograr una reconversión efectiva y sostenible de los recursos del país.
Eso se puede construir, es una cuestión de desearlo y de plantearlo y es prácticamente el único camino, después del camino de la fe, que nos puede sacar adelante.
SH ¿Usted ha escrito varios artículos y libros, de que tratan?
La mayoría de lo que he escrito, está muy vinculado a reflexionar en problemas que tienen que ver con los análisis más importantes en los que el país tiene en su agenda, por ejemplo, lo que tiene que ver con tratados de libre comercio, con la pobreza, con migraciones, con temas de corrupción y cooperación internacional, son temas inéditos sobre los cuales he tenido la bendición de poder desarrollar, y algunos de estos ahora forman parte de la agenda de difusión pública, porque han sido trasladados desde una institución que los ha cobijado, como lo es el FOSDEH, así como buena parte de la academia pública y privada y otros sectores de pensamiento que hay en el país.
En resumen, son propuestas que hacen reflexiones técnicas en donde ni el FOSDEH ni la Universidad, le dan cabida a temas ideológicos, ni a lo que pueda manosear la esencia del criterio científico y a partir de eso, plantear de forma razonable, alternativas de solución. En todo lo que hemos tenido oportunidad de participar de manera escrita o de manera verbal, intentamos que tenga una carga propositiva muy importante y que esta carga propositiva también tenga un fundamento técnico consistente para que sea más fácil la discusión y para que de la discusión se pueda pasar a las estrategias y a las acciones concretas.
SH: ¿Cuál es el legado que quisiera dejar a Honduras?
Básicamente que la ciencia y la fe son dos asuntos que contribuyen al objetivo, ciencia y fe, son un preámbulo ético muy importante para el desarrollo.
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¿Quién es?
Nombre: Mauricio Diaz Burdett
Lugar de nacimiento: Tegucigalpa
Estudios: Licenciatura en economía de la UNAH, Maestría en Macroeconomía y un Doctorado en Desarrollo y Cooperación Internacional en el país Vasco.
Familia: casado con 3 hijos, (2 damas, 1 varón)