Honduras busca fortalecer sus lazos con el FMI tras el aumento de la macroeconomía en el territorio y los beneficios que ha brindado.
En los últimos acuerdos con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el país experimentó
una macroeconomía sana, pero aumentó la corrupción, la pobreza y en ese tiempo surgieron las caravanas como una variante extrema de la emigración.
Desde el año pasado el nuevo gobierno y el organismo trazaron la ruta para un nuevo programa monetario.
»¿Qué tipo de acuerdo le conviene al país en un contexto económico nacional e internacional complicado y bajo un discurso socialista?», es una de las interrogantes que se hacen algunos hondureños.
Estas preguntas surgen en medio de la visita de personeros del FMI, que esta semana terminan una revisión macroeconómica y consultas con distintos sectores; gobierno,
empresarios, academia y sociedad civil.
Desde luego debe ser un acuerdo que respete la política social o economía con “rostro humano” de la Presidenta Xiomara Castro y su gabinete, augura el economista, Alejandro
Aronne.
Aclara a la vez, que no pasará nada si se caen las negociaciones, pero reconoce que sería valioso para la imagen de país y certidumbre para la inversión.
Arrone de amplia experiencia, confía en que las reformas al sector energía, eliminación de los fideicomisos y la reforma tributaria en proceso de aprobación, cuentan con el aval del
FMI, por tanto, serán claves en un eventual acuerdo.