Tras el repunte del 2021, las inversiones extranjeras directas globales sufrieron un descenso en el último periodo del 2022.
Las inversiones extranjeras directas (IED) cayeron el año pasado un 12 % en todo el mundo, después de un fuerte repunte en 2021, según el último Informe sobre Inversiones Globales de la Agencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).
El órgano ha indicado que esta bajada de las IED puede haberse debido a los bajos volúmenes de transacciones financieras que se registraron el año pasado en los países, a causa de la guerra en Ucrania, de los elevados precios de la energía y de los alimentos, y de las presiones de deuda.
En los países más desarrollados, el descenso en el número de transacciones financieras de las compañías multinacionales causó una caída del 37 % de las IED, que se situaron en los 378.000 millones de dólares al terminar el año.
La UNCTAD no prevé que esta tendencia a la baja se revierta en 2023, principalmente por la tensión geopolítica generalizada y la incertidumbre que atraviesa el sector financiero.
En cuanto a los países en desarrollo, el informe señala que las IED cayeron un 16 % y sólo se incrementaron en los países de América Latina y el Caribe, donde aumentaron un 51 % hasta los 208.000 millones de dólares, así como en grandes países emergentes.
En África, las inversiones extranjeras directas se desplomaron un 47 % y se situaron en los 45.000 millones de dólares, después de haber experimentado una “subida anómala” en 2021.
Las IED se mantuvieron en Asia, donde se situaron en el entorno de los 662.000 millones de dólares en 2022.
Países rezagados
En una conferencia de prensa, la jefa de la UNCTAD, Rebeca Grynspan, lamentó que los países estén siendo dejados de lado por los inversores en energías limpias, lo que queda ilustrado en el hecho de que treinta países no han recibido ninguna inversión en sitios de producción energética renovable desde 2015, cuando se firmó el Acuerdo de París sobre Cambio Climático.
Según los datos del organismo, las necesidades para que se desarrolle la transición energética en los países en desarrollo son enormes, tanto en lo relativo a redes eléctricas como en el transporte, el almacenamiento y la eficiencia energética.
La UNCTAD cifra en 544.000 millones de dólares el valor total de las inversiones extranjeras directas en el sector energético renovable en los diferentes países en desarrollo del mundo.
Esta cifra estuvo muy por debajo de los 1,7 billones de dólares que estos estados necesitaban para afrontar la transición energética en 2022.
La secretaria general de la UNCTAD, la costarricense Rebeca Grynspan, aseguró que este incremento en esas inversiones es “crucial para que el mundo alcance sus objetivos climáticos antes del año 2030”.