El capital humano joven está en riesgo, por ello, sugieren la urgencia de construir un ambiente atractivo en los centros educativos del país.
“Honduras pierde la fuerza de trabajo del capital humano joven”, es la conclusión que hace Rolando Sierra, director de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), en Honduras.
La proyección que hace Sierra es que, si esta tendencia continúa en aumento, para los años 2035 o 2040 el capital humano joven habrá abandonado el país a grandes escalas.
“Es una situación que ni siquiera se podrá recompensar con las remesas, por lo que es un tema que hay que analizar”, advirtió.
En el conversatorio “La juventud y las migraciones en Honduras”, desarrollado en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), los expertos aseguran que son los jóvenes los principales sujetos migrantes.
“Los adolescentes no perciben las oportunidades laborales, socioeducativas e incluso una vez estudiando no se encuentran con la apertura de obtener un empleo”, señala.
“En Honduras existen datos estadísticos que evidencian desde el 2017 que, en octavo grado, el 24% de estudiantes alberga la idea de emigrar y se considera que en el año actual la tendencia incrementa porque hay un clima de desesperanza”, refiere.
Por ello sugieren la urgencia de construir un ambiente atractivo en los centros educativos del país.
“Hay ejemplos en otros países, que en los centros educativos se les brinda alimentos a los estudiantes, se extienden jornadas con actividades coprográmaticas y edifican infraestructura de calidad”.
Dato
El 43.5% de la población en Honduras es menor de 20 años y representa una fuerza política, social y productiva, sin embargo, se desenvuelve en un contexto de escasas oportunidades.
En 2022, las remesas que ingresaron al país, alcanzaron los $8,686.2 millones, representando un 25.5% del Producto Interno Bruto (PIB), de acuerdo con las cifras del Banco Central de Honduras (BCH).