Centroamérica se enfrentará a un fenómeno de El Niño de “severo a moderado” que exacerbará la sequía y el riesgo de inseguridad alimentaria de millones de personas, alerta la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), que alienta a la región a usar la tecnología para transformar los cultivos y adaptarlos al “clima del futuro”.
América Central tiene “un potencial agrícola grande” y fenómenos como El Niño suponen “un reto y una oportunidad”, destaca el coordinador subregional para Mesoamérica y representante de la FAO en Panamá y Costa Rica, el brasileño Adoniram Sanches Peraci.
Una perspectiva es acceder a semillas más productivas
El Niño “es un fenómeno ya conocido, hay tecnología, información previa”, y sus consecuencias se pueden afrontar desde varias perspectivas, entre ellas el acceso a variantes de semillas más productivas que las que ahora se usan en el Corredor Seco Centroamericano, por ejemplo, explica. En la región “hay una buena base de información para buscar nuevos tipos de agricultura vinculada a un clima del futuro”, añade.
Sanches remarca que los efectos de fenómenos climáticos como El Niño “se agudizan” en contextos como el centroamericano, donde “hay un descuido de la agricultura, que ha perdido importancia en la agenda económica”.
Esto se refleja en que “la participación de la agricultura en el gasto público cayó en las últimas dos décadas del 3% a un promedio del 1.5%” en la región, según datos de la Comisión Económica para Amé-rica Latina y el Caribe (Cepal) y la FAO.
La producción podría aumentar drásticamente con mejor tecnología
“El 90 % de los agricultores producen con semillas sin base genética, no usa fertilizante en la tierra, las vacas tienen una producción de 2 litros cuando podrían ser 10 – 15 litros”, agrega. La FAO “ya lanzó una alerta sobre la presencia de El Niño, después de tres años de La Niña, a partir de mayo-julio” próximo, y las herramientas tecnológicas “cada vez más precisas” indican que hay un “90%” de probabilidad de que sea “de moderado a severo”.
Esta expectativa ha generado “muchas preocupaciones, muchas iniciativas de gobierno para prepa-rarse” en Centroamérica, especialmente para el Corredor Seco, cuyos “territorios sufren más intensamente” las consecuencias de El Niño, comenta el funcionario.
El Niño se caracteriza por el calentamiento anormal de la temperatura superficial del mar en el Océano Pacífico ecuatorial central y oriental, lo que desencadena eventos climáticos extremos como sequías, inundaciones y tormentas en todo el planeta.