La dictadura de Daniel Ortega canceló el lunes la personería jurídica a 18 asociaciones gremiales de empresarios, entre ellas al Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP), que lideraba todas las cámaras patronales de Nicaragua.
El dictador Daniel Ortega de Nicaragua disolvió el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), la principal agrupación patronal de Nicaragua.
La decisión del Ministerio de Gobernación (equivalente a un Ministerio de Gobierno o INterior), publicada en el diario oficial La Gaceta, priva de existencia legal a prácticamente a todas las asociaciones empresariales del país y se suma a otras medidas del régimen socialista de Ortega que le han valido el aislamiento y condena internacional.
Así lo reflejaron diferentes medios internacionales, ante el silencio cómplice de los paises con tendencia izquierdista, entre ellos México, Bolivia, Honduras, Colombia, Venezuela y Argentina.
Por su parte, representantes del sector empresarial hondureño lamentaron ayer lunes que el Gobierno de Daniel Ortega siguiera con su modelo de destrucción de la empresa privada. “Es imposible que Gobierno y empresa privada trabajen de forma diferenciada porque somos un solo país, con un solo objetivo: el desarrollo de Honduras”, ejemplificó Rolando Alvarenga, presidente de la Federación de Cámaras de Comercio e Industrias de Honduras (Fedecámaras).
Rechazo a nivel centroamericano
La inseguridad jurídica se instala en el gobierno «socialista» de Nicaragua
Alvarenga, desde Honduras, lamentó que el Gobierno nicaragüense haya clausurado las principales cámaras empresariales que “eran los últimos indicios de democracia que existían” en aquel país. Este tipo de medidas disminuirá las inversiones en el vecino país, ya que “con inseguridad jurídica los negocios fluyen a otros países”, indicó Alvarenga.
El expresidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Tegucigalpa (CCIT), Guy de Pierrefeu, dijo que las acciones de Daniel Ortega contra el sector privado “profundizan la dictadura en Nicaragua”.
«Es algo lamentable porque, definitivamente, lo que se ve es que hay una profundización de un modelo dictatorial en Nicaragua, donde no se respetan mucho los principios de la democracia, de la discusión, de la colaboración, y del trabajo en equipo”. Guy de Pierrefeu.
El empresario también sostuvo que al cancelar la personalidad jurídica de la cúpula empresarial, Nicaragua rompe con el modelo democrático y, por tanto, “muchas empresas van a pensarlo dos veces antes de ir a invertir”.