En Dubái ya se dio inicio a la COP28 y empezó con varios anuncios. Uno de ellos es que los bancos de desarrollo crearán un grupo de trabajo para cambiar deuda por acción climática, una de las propuestas con las que llegó América Latina a la cumbre climática.
Los países de la región llegaron a la cumbre con un bloque de seis temas para emprender acciones contra el cambio climático que incluyen: sostenibilidad, transición a energías renovables, incorporación de temas de género en la agenda de cambio climático, la activación del fondo para pérdidas y daños, salida progresiva de combustibles fósiles y la petición a los países industrializados apoyar la adaptación al cambio climático.
Hay que tener en cuenta que en la declaración conjunta emitida por los países de la región se reconoce que la transición a energías limpias es el punto con mayor avance con la instalación de 30% de energía renovable no hidroeléctrica consolidada en América Latina.
Uno de los temas importantes dentro de esta agenda se enfoca en la eliminación progresiva de los combustibles fósiles, Colombia pedirá que se apruebe un tratado de “no proliferación de combustibles fósiles”, sin dudas, una de sus cartas más fuertes en la cumbre que irá hasta el 12 de diciembre.
“Los países de la región han reconocido su vulnerabilidad frente al cambio climático. A pesar de que la región aporta 8% de las emisiones de gases de efecto invernadero, es una de las más golpeadas”, explica el analista económico Dióstenes de la Hoz. De igual manera reconoce que esto afecta las economías y pone en riesgo la seguridad alimentaria, como ya se ha visto, por ejemplo con las sequías que afectaron el agro como en Argentina.
En ese sentido, recobra fuerza la propuesta de activación de un fondo para pérdidas y daños producto de la crisis climática. Este recurso busca que los países que más han sufrido por el cambio climático, pero que menos han contribuido con la crisis, reciban una retribución por parte de aquellos que más han aportado al problema.
Deuda por acción climática
La idea propuesta por el bloque regional y que ahora tendrá un grupo de trabajo consiste, de acuerdo con el analista económico y director del Departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad del Norte en Colombia, Mario de la Puente, consiste en que los acreedores condonan la deuda bilateral o multilateral, mientras que el deudor, es decir, el país, “se compromete a destinar los pagos pendientes de la deuda a programas nacionales de acción climática”.
“Este enfoque tiene varias implicaciones desde una perspectiva financiera permite a los países en desarrollo, muchos de los cuales enfrentan graves problemas de deuda, aliviar su carga financiera”, explica. En 2025, Brasil acogerá la COP30, teniendo en cuenta los avances que ha tenido en materia ambiental. Este año, por ejemplo, ha logrado reducir 40%, desde enero la deforestación, según su cartera de Ambiente.