Soydatos. Airbnb cerró su primer ejercicio rentable en 2022, con beneficios netos de 1.893 millones de dólares, gracias a la recuperación de la demanda de viajes internacionales y al crecimiento de su oferta, según anunció este martes.
Esta plataforma de alquileres turísticos, radicada en San Francisco (EE.UU.) tuvo unos ingresos anuales de 8.399 millones de dólares, un 40 % superiores respecto a los de 2021 -año en el que tuvo unas pérdidas netas de 352 millones- y registró crecimiento en todas las regiones en las que opera.
2022 el mejor año
El cuarto trimestre del año pasado fue el mejor de la historia de Airbnb -creada en 2008- con récords tanto en el beneficio (319 millones, unas seis veces más que en ese tramo de 2021) como en la facturación (1.902 millones, un 24 % más interanual), detalló en un comunicado.
Fue en esos últimos tres meses, coincidiendo con las fechas navideñas, cuando la plataforma vio su mayor número de reservas hasta la fecha “pese a la incertidumbre macroeconómica”, y más de la mitad para estancias nocturnas en grandes urbes, su principal mercado.
En una carta dirigida a sus accionistas, la compañía indicó que la demanda de los huéspedes se mantuvo “sólida” todo el ejercicio, pero también la oferta, que al final del año se situaba en 6,6 millones de alojamientos activos en todo el mundo tras sumar 900.000 a lo largo del año.
Sin China
Las cifras excluyen a China, donde la empresa cerró el negocio a mitad de año. Airbnb atribuyó el crecimiento de la oferta al atractivo que supone para los anfitriones ganar un dinero extra en “tiempos de inflación y temor por la recesión”, así como a unas mayores facilidades para anunciar su alojamiento en la plataforma.
Las previsiones de Airbnb para 2023 son positivas y ya observa una “demanda sólida en el primer trimestre, lo que indica que la confianza del consumidor para los viajes sigue siendo alta”.
La empresa dijo que entre sus prioridades está aumentar el número de anfitriones (personas que ofrecen alojamiento); mejorar los servicios disponibles, incluyendo soporte al cliente, y “poner los cimientos para futuros productos y servicios” con potencial de crecimiento, que no reveló.
Los resultados, publicados al cierre de Wall Street, superaron las expectativas de los analistas y la empresa se disparaba en torno al 10 % en las operaciones electrónicas posteriores. En el último año, la cotizada ha caído un 33 % en bolsa y su capitalización se sitúa en 73.700 millones de dólares.