Arévalo de León se convertirá el 14 de enero de 2024 en el nuevo presidente tras vencer a la candidata conservadora, Sandra Torres, en la segunda vuelta de las elecciones.
Ni la persecución judicial que amenaza con suspender la personalidad jurídica del Movimiento Semilla, ni la campaña negra de su rival, Sandra Torres, propagando mentiras, ha podido con el ansia de cambio en la población guatemalteca que ha apostado en las elecciones de este domingo por el candidato del Movimiento Semilla, Bernardo Arévalo de León, quien tiene como prioridad sacar al país del «pantano de la corrupción».
Arévalo de León arrasó en los comicios tras vencer a la candidata conservadora de la Unión Nacional de la Esperanza, Sandra Torres, quien no convenció a los votantes con su reiterado discurso en defensa de la familia entre un hombre y una mujer, su oposición frontal al aborto y a la diversidad sexual y su promesa de bolsas solidarias de comida y ayudas económicas de todo tipo para las familias desfavorecidas en un país donde seis de cada diez personas sufren pobreza o extrema pobreza.
El candidato del partido socialdemócrata Movimiento Semilla, Bernardo Arévalo de León, se convertirá el 14 de enero de 2024 en el nuevo presidente de Guatemala tras vencer a la candidata conservadora en la segunda vuelta de las elecciones celebradas este domingo en el país. Así, según los datos ofrecidos por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), con el 98% de las mesas escrutadas, Arévalo de León ha logrado el 58,5% de los votos (2,4 millones), frente al 36,6% de Torres (1,5 millones), quien ha sufrido su tercera derrota consecutiva tras perder las elecciones de 2015 y 2019 frente a Jimmy Morales y el actual mandatario Alejandro Giammattei.
Entre las promesas del futuro presidente, destaca que luchará frontalmente contra la corrupción en el Gobierno, que ha impedido el desarrollo del país en las últimas décadas provocando una pobreza endémica, así como altos índices de violencia con más de 3.000 crímenes al año. Otra consecuencia de que el dinero público no llegue a la población es que uno de cada dos niños menores de cinco años sufre desnutrición en el país centroamericano, lo que ya ha provocado en lo que va de año 23 muertes.
Pese a que en la primera vuelta electoral Torres aventajó en 227.000 votos a Arévalo de León, en esta ocasión el candidato del Movimiento Semilla ha dado la vuelta al resultado y la ha superado en casi un millón de votos convirtiéndose así en el tercer aspirante a presidente de la historia de Guatemala en revertir esta situación.
Con una campaña electoral austera y sin carteles electorales en las calles, Arévalo de León ha logrado convencer a la población de que era la única opción para dar un giro de 180 grados a un país carcomido por la corrupción que ha provocado que, en los últimos años, varios dirigentes políticos hayan ido a prisión, entre ellos, el expresidente Otto Pérez Molina, quien se encuentra recluido desde septiembre de 2015.
Precisamente, su rival, Sandra Torres también fue detenida en 2019 por orden judicial en el marco de una investigación de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad en Guatemala que la acusaba de los delitos de asociación ilícita y financiación electoral no reportada. Tras pasar varios meses en prisión preventiva, en enero de 2020 recuperó la libertad después de pagar una fianza de 800.000 quetzales (100.000 euros) y, posteriormente, el 29 de noviembre de 2022 una juez la dejó libre de todo cargo.
Torres también fue primera dama entre 2008 y 2012 con el Gobierno de Álvaro Colom, quien falleció el pasado 23 de enero y de quien estaba divorciada. Por ello, la candidata de la UNE representaba la vieja política que la población ha querido enterrar en estos comicios dando la oportunidad a Arévalo de León, de 64 años, quien se ha comprometido a recuperar para el país la denominada ‘Primavera Guatemalteca’. Se trata del periodo de avances sociales que implantó su padre, Juan José Arévalo, quien gobernó Guatemala entre 1945 y 1951 dejando atrás décadas de gobiernos militares con propuestas que se perpetuaron en el tiempo, como el Seguro Social y la libertad de emisión del pensamiento.
Minoría en el congreso
Uno de los principales retos que tendrá el nuevo mandatario es impedir que miles de guatemaltecos emigren cada año hacia EEUU en busca de una vida mejor huyendo de la miseria y violencia que asolan el país, para lo cual Arévalo de León promete llevar el desarrollo a los territorios más abandonados por los últimos gobiernos que no han resuelto ninguno de los problemas estructurales. Para ello, deberá lograr el apoyo del Congreso a sus iniciativas, teniendo en cuenta que el Movimiento Semilla solo cuenta con 23 de los 160 diputados, siendo la mayoría del actual partido oficialista Vamos y también de la UNE con los que deberá llegar a pactos.
Con su holgada victoria, Arévalo de León ha logrado esquivar los embates del ‘statu quo’ que se confabuló para intentar impedir que pudiera postularse a la presidencia bajo acusaciones de fraude en la primera vuelta electoral a lo que siguió el intento de ilegalizar a su partido. El hoy ganador denunció el «asalto judicial y la persecución» sufrida por su formación por parte del jefe de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad, Rafael Curruchiche, quien está incluido desde el 2022 en la lista Engel de EEUU de actores corruptos y antidemocráticos. La jefa del Ministerio Público, Consuelo Porras, quien ha liderado acusaciones contra fiscales anticorrupción, jueces y periodistas que han debido salir al ‘exilio’ para evitar ser encarcelados, también está incluida en esa lista desde el 2021.
Arévalo de León ya anunció que una de sus primeras medidas nada más acceder al poder será pedir la renuncia de Porras y Curruchiche, quienes han llevado a cabo una cruzada contra quienes consideraban opositores al actual Gobierno de Alejandro Giammattei, entre ellos, la exfiscal general Thelma Aldana o el juez que encarceló a Otto Pérez Molina, Miguel Ángel Gálvez, quienes salieron del país.
Otra de las graves preocupaciones de la población es la inseguridad y, en este sentido, el futuro presidente se ha comprometido a «recuperar el control de las calles y los territorios que hoy están en manos de los criminales», así como recuperar el control de las cárceles de donde emanan las extorsiones y las órdenes se asesinatos, si bien ha descartado implantar un modelo represivo como el de Nayib Bukele en El Salvador.
Tras declarar ganador «virtual» de las elecciones a la espera de que en los próximos días se ofrezcan los resultados definitivos, la presidenta del Tribunal Supremo Electoral, Irma Palencia, ha recalcado que «habló la voz de los ciudadanos», al tiempo que ha recordado que las elecciones «se ganan o se pierden en las urnas». Precisamente, uno de los lemas más repetidos en las manifestaciones de los últimos meses en defensa de la democracia y en contra del denominado «golpe de Estado» fue que las elecciones se ganan en las urnas «y no en las cortes», en referencia a la intención de la justicia de impedir a Arévalo de León concurrir en la segunda vuelta de las elecciones.
Por este motivo, Palencia confió en que, una vez sean definitivos los resultados, estos sean «aceptados con gallardía y una actitud ética y madura». Por su parte, la magistrada del TSE que hoy anunció que el martes renunciará a su cargo tras haber recibido amenazas de muerte, Blanca Alfaro, lamentó que el país está «confrontado», por lo que hizo un llamado a que se empiece «sin sobresaltos al vacío un diálogo nacional de reconstrucción y reconciliación». La primera reacción de Arévalo de León tras vencer las elecciones ha sido publicar en su cuenta de X una foto suya dando las gracias y un ¡Viva Guatemala!
