“El impacto de esta reforma en la economía será devastador y no hay ninguna evidencia que indique que los beneficios superarán los daños”, dijo ayer el presidente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), Mateo Yibrin, en la asamblea general ordinaria de la cúpula empresarial.
En ese contexto, dijo, uno de los desafíos más apremiantes que enfrenta en la actualidad el empresariado nacional es la reforma tributaria, la que calificó como “malintencionada, dañina, donde priman el odio y la discriminación”. “
Por consiguiente, es nuestra responsabilidad por Honduras, no por ninguna empresa en particular, por Honduras, detener esta ley, antes que sea demasiado tarde”, apuntó. Frente a esos peligros, instó Yibrin, es indispensable que el sector privado se mantenga unido y llamó a ser ágiles para adaptarse a los “cambios bruscos”.
El desastre de los países vecinos es una señal de alarma
El empresario llamó a no desperdiciar las lecciones de los países vecinos y reiteró que ante las amenazas que hoy enfrentan los empresarios hondureños, “no nos vamos a quedar callados”.
También recordó el temor e in-certidumbre sobre la estabilidad política de Honduras que privó en 2022, la cual sigue latente. Agregó que aunque esos temores no se materializaron, “es ingenuo decir que esos riesgos desaparecieron, cuando la realidad es que los últimos días son evidencia de que hoy están igual o más vigentes”.
Yibrin también llamó a las empresas privadas a aprovechar la larga trayectoria del Cohep como línea de defensa del sector privado hacia el ejercicio de la libre empresa, los empleados y a hacia los inversionistas.
Una reforma similar de la dictadura de Ortega en Nicaragua despedazó el tejido empresarial
Dijo que el Gobierno debería tomar las lecciones de Gobiernos veinos en abrir sus economías a la inversión, y tomar la lección de Nicaragua, “donde una dictadura totalitaria ha despedazado el tejido empresarial y social. Amenazaron y cumplieron”, expresó.