El banco brasileño, líder del sector financiero latinoamericano, decidió desprenderse de su actividad en el país y se suma a una extensa lista de multinacionales, de diversos sectores y orígenes, que tomaron la misma decisión.
La decisión de Itaú Unibanco de dejar sus negocios en la Argentina, para lo cual anunció formalmente a la Bolsa de San Pablo que entabló negociaciones con el Banco Macro, trae un eslabón más a la extensa cadena de compañías multinacionales que en los últimos años decidieron abandonar el país.
Itaú es un grupo financiero con liderazgo firme en América Latina, no solo en su país de origen sino también en otros mercados como Chile, Colombia, Paraguay y Uruguay. No obstante ese éxito en la región, la Argentina no resultó una plaza rentable y el gigante brasileño no pudo alcanzar sus objetivos aquí, donde siempre tuvo una presencia aplacada, ubicándose en el puesto 18 del ranking de activos.
En junio pasado, Itaú ya había sorprendido al anunciar el cierre de Ank, una apuesta al segmento fintech que representaba una inversión ínfima para un grupo financiero de tal magnitud. Más allá de cualquier consideración específica sobre el negocio financiero y sus estrategias, no hubo otros casos de desinversión en otros países, con lo que se evidencia que el interés del grupo brasileño, tanto entonces como ahora, era salir de la Argentina.
De esta forma, Itaú se suma a la larga lista de empresas multinacionales, de sectores y características diversas, que tomaron la decisión de dejar de apostar a la Argentina. Empujadas por los sobresaltos de la inflación y otras variables macroeconómicas, la inestabilidad de las regulaciones y la falta de un clima de negocios adecuado, en los últimos años el país observó cómo se fue extendiendo el éxodo de empresas. Un listado de los principales casos podría incluir las siguientes compañías:
Enel: la empresa estatal italiana controlaba Edesur y en noviembre del año pasado anunció su decisión de salir del país, como parte de un plan de desinversión de activos que dejó de considerar estratégicos por un monto total de USD 21.500 millones. Si bien el plan incluía operaciones en otros países, en la Argentina pesaba el extenso congelamiento de las tarifas de servicios públicos que golpeó su actividad. El plan de salida de la compañía incluyó la venta todos sus activos en el país que incluían las centrales térmicas Costanera y Dock Sud, la concesión de la hidroeléctrica El Chocón, líneas de transmisión y de transporte de energía eléctrica.
Edding: tras funcionar más de 60 años en el país, la tradicional compañía alemana de marcadores dejó la Argentina en marzo de este año, según informó a la Bolsa de Comercio de ese país. Cedió la totalidad de sus operaciones y transfirió su personal a Grupo Mendizábal. La operación se realizó por un valor simbólico de 1 dólar, al tiempo que fuentes del mercado estimaron que Grupo Mendizábal asumió un costo cercano a los USD 3 millones para cubrir algunos pasivos y volver a poner en funcionamiento la compañía el negocio dentro del mercado argentino.
Dr Martens: en enero de este año, la icónica marca de zapatos de origen inglés que nació hace más de un siglo confirmó el cierre y que las trabas a la importación es el principal motivo de la decisión. Dr Martens tuvo cuatro locales exclusivos en el país, en los shoppings Unicenter, Alto Palermo y Alcorta, y uno en Palermo, en la calle El Salvador. También vendía productos online. Todos cerraron.
Alicorp: en diciembre de 2021 la empresa dedicada a la fabricación y comercialización de productos de consumo masivo de cuidado personal, cuidado del hogar y de alimentos operadora de marcas entre las que se destacan Plusbelle, Zorro, Okebon, Campos Verdes, Limol, los jabones Zorro y Federal, Girotondo, Panal, Molino Natural y Brios, entre otras, anunció su venta. Un grupo de empresarios locales adquirió las operaciones locales y la nueva compañía se llama Dreamco.
Bradesco: el segundo banco privado de Brasil -el primero es Itaú- anunció en septiembre del año pasado que dejaría de operar en la Argentina. La entidad, que a nivel local tenía unos 13 empleados y no operaba con banca minorista, sino que se dedicaba básicamente a clientes corporativos, comercio exterior y mayorista, decidió cerrar su oficina local.
Eli Lilly: en julio de 2021, la farmaceútica norteamericana Eli Lilly confirmó su salida de la Argentina. Según explicaron, la decisión se debió a un cambio de “modelo de negocio” en el país. Laboratorios Raffo, una empresa argentina, se quedó con los derechos de comercialización y registros sanitarios de sus productos. La empresa tiene unos 34.000 empleados en el mundo de los cuales unos 100 trabajaban en la Argentina.
Walmart: En noviembre de 2020, se concretó la venta de las operaciones de la cadena de supermercados Walmart al grupo De Narváez, liderado por el empresario y ex diputado Francisco de Narváez. La operación se habría cerrado por una cifra de USD 44 millones. Los motivos de la salida de la empresa del mercado argentino fueron tanto locales como internacionales. La cadena ya vendió el negocio en Brasil, al fondo Advent, y parte de la operación en Inglaterra, entre otras. Por otro lado está el contexto macro de la Argentina, con inflación y caída del consumo. Walmart había comenzado sus operaciones en el país en 1995 con la apertura de su primera tienda en Avellaneda, provincia de Buenos Aires.
Falabella: La cadena de origen chileno había iniciado en 2020 un proceso de cierre de todos sus locales físicos en el país y en mayo de este año concretó también la salida de su negocio de comercio electrónico. El grupo chileno dueño de la empresa mantiene en la Argentina su negocio a través de la cadena de productos para la construcción y el hogar Sodimac, que también estuvo en un proceso de venta durante 2020, pero que finalmente, y luego del cierre de algunos locales, el grupo decidió mantener dentro de su operación.
Falabella desembarcó en la Argentina en la década del 90 y llegó a tener diez tiendas en el país: tres en Capital Federal, tres en la provincia de Buenos Aires y cuatro en el interior: Córdoba, Mendoza, Rosario y San Juan.
Latam: La aerolínea Latam Argentina, que operaba en el mercado de cabotaje, confirmó su salida de la Argentina a mediados de junio de 2020, cuando comenzó a negociar con sus 1.700 empleados. La aerolínea de origen chileno operaba en el país desde hacía 15 años. Hasta la suspensión de los vuelos por la cuarentena a fines de marzo, tenía vuelos a 12 destinos locales y una participación del 16% del mercado.
Air New Zealand: Fue una de las primeras empresas del sector aerocomercial que anunció que no retomaría sus vuelos a la Argentina luego de que se levantaron las restricciones vigentes por la pandemia.
Qatar Airways: También anunció la cancelación de sus vuelos a la Argentina y se convirtió en la tercera aerolínea internacional que dejaba de volar al país desde que comenzó la pandemia, junto con Emirates, que luego decidió retomar sus operaciones.
Norwegian: la low cost europea dejó el mercado argentino y vendió su operación doméstica a la compañía JetSmart. La decisión se tomó antes de la pandemia. El alza de los costos en dólares luego de la devaluación de 2019 y los rumores de que el kirchnerismo no impulsaría el modelo de vuelos económicos aceleraron la decisión.
BASF: La empresa todavía está presente en el mercado argentino, pero trasladó parte de su producción de pinturas automotrices a Sao Bernardo do Campo, en Brasil. La planta de la empresa en Tortuguitas (provincia de Buenos Aires) continúa con sus actividades del negocio de pintura automotriz como los negocios de repintura automotriz y químicos para el cuidado personal y del hogar.
Axalta: En julio de 2020 la empresa química estadounidense comunicó que dejaba de producir pinturas para automóviles en la Argentina. Cerró su fábrica y las oficinas administrativas de Escobar, donde trabajaban unas 100 personas. La planta había sido inaugurada hace apenas unos años, en enero de 2017, con una inversión de USD 18 millones.
Raizen Gas: La empresa especializada en la comercialización y distribución de gas licuado y petróleo vendió sus acciones a Italgas, compañía argentina originaria de Rosario. Raizen (Shell) sigue operando en el país en otras áreas del negocio.
PPG: otra empresa global de pinturas que dejó el país.
Pierre Fabré: También en julio de 2020, el laboratorio francés Pierre Fabré anunció la venta de su planta de principios activos farmacéuticos, ubicada en la provincia de Buenos Aires, al laboratorio argentino Sidus. Según informó, la salida de la Argentina formó parte de una estrategia global para reforzar su presencia industrial en Francia.
Saint Gobain Sekurit: La autopartista mudo parte de su operación local a Brasil, puso en stand-by su planta de la localidad de Campana, Buenos Aires, y ofreció retiros voluntarios a parte de sus empleados. La firma es de origen francés y produce en 19 países. Su planta de Tortuguitas seguirá funcionando. A pesar del parate, desde la empresa aseguran que mantienen todos sus activos industriales en el país y que tomaron la medida “para garantizar la sostenibilidad de la operación local”.
Under Armour: La marca estadounidense de indumentaria deportiva contaba con un local propio en el shopping Unicenter, el único con su marca en el país. Había comenzado a operar en el mercado local en forma directa en 2017, pero a pesar de que tenían un plan de expansión que contemplaba hasta 20 sucursales, nunca pudieron concretar la apertura de locales en otras ciudades del país como Córdoba, Rosario, Mendoza y Tucumán. Y en abril de 2021 dejó la Argentina.
Gerresheimer: La empresa de origen alemán, que producía packaging para el sector farmacéutico, le vendió su operación argentina a la local IMAP y se fue del país.
Brighstar: La multinacional estadounidense fabricaba desde comienzo de los 2000 celulares en Tierra del Fuego para compañías de primera línea, como Samsung y LG. A fines de 2020 fue adquirida por la empresa local Mirgor.
Glovo: La app de delivery vendió sus operaciones de Latinoamérica a Delivery Hero, la compañía dueña de PedidosYa. Glovo nació en Barcelona en 2015 y llegó a estar presente en 140 ciudades de 20 países distintos. En la Argentina comenzó a funcionar a principios de 2018, cuando se convirtió en una de las primeras en ofrecer servicios de delivery a través de aplicaciones móviles. En el mercado local operaba en la Ciudad de Buenos Aires, el conurbano, La Plata, Mar del Plata, Bahía Blanca, Rosario, Santa Fe, Córdoba, Mendoza, Neuquén, Salta.
Asics: La marca que es sinónimo de zapatillas de running había abierto una oficina comercial hace tres años, pero decidió dejar el país a fines de 2020 y su negocio quedó en manos de Dass Argentina –una firma de capitales argentinos y brasileños–, que ya tenía el control comercial local de Fila y Umbro y que fabrica Adidas y Nike.
Nike: A comienzos de 2020, la empresa anunció que se iba del país y que iba a seguir operando por medio de un licenciatario, el mexicano Grupo Axo, que se haría cargo del negocio a mediados de 2020. Sin embargo, esa transacción se frustró y la salida no llegó a concretarse