Productores hondureños le pidieron a Rusia que ayude en el rescate del sector arrocero nacional en el contexto de reuniones sostenidas junto a otros directivos del rubro agrícola con el embajador Ruso, Alexander N. Khokhólikov.
El presidente de la Asociación de Productores de Arroz de Atlántida, Ramón Rodríguez, calificó como fructífera una reunión desarrollada con Khokhólikov
donde cada sector le expuso los diferentes problemas que atraviesan.
La FECARROZ (que aglutina a los paises centroamericanos) informó que solo en el último año 7.000 productores abandonaron el rubro, ocasionando la pérdida de más de 100.000 empleos. Detalló que en conjunto, los cinco países centroamericanos producen 586.000 toneladas métricas de arroz, mientras que las importaciones han alcanzado las 800.000 toneladas.
Comprar tractores en Rusia
Rodríguez amplió que conocieron de cerca la participación que tendrán como parte de los lazos de amistad que se están consolidando entre Honduras y Rusia.
“Conocimos lo que Rusia está haciendo en Nicaragua” señaló el dirigente arrocero.
Una de las propuestas es que si le compran 50 tractores a Rusia, ese país estaría en la capacidad de donar otras cincuenta máquinas para el impulso del aparato productivo, agregó. Adicionalmente, los agricultores hondureños recibirían becas para estudiar en esa nación, al igual que transferencia de tecnología y capacitación.
“Conocimos lo que Rusia está haciendo en Nicaragua”. Directivo arrocero, Ramón Rodríguez
“Estuvimos tocando temas que nos pueden ayudar en competitividad y para bajar el alto costo de los fertilizantes, apro-vechando que ellos son los mayores productores”, resaltó Rodríguez para luego comentar que “vamos a definir un convenio para que el productor adquiera insumos a un costo menor”.
Apoyo ruso a pesar de la guerra con Ucrania
El apoyo ruso puede incluir equipo logístico, secadoras y molinos para procesar el producto y los arroceros hondureños se podrían acoplar a un esquema en el área de merienda escolar como lo hacen en Nicaragua”.
“Rusia podría comprar nuestra producción de arroz y canalizarla en base a un mecanismo parecido como lo hace el Programa Mundial de Alimentos (PMA) concluyó Ramón Rodrí-guez.
Cosecha de arroz cayó en forma estrepitosa
La cosecha de arroz en Honduras cayó a 800 mil quintales en el cierre del 2022, muy por debajo de lo obtenido durante el ciclo del 2021 anterior. Esa producción nacional viene bajando en forma estrepitosa desde el 1 de enero del 2016 cuando se abrió la puerta a la desgravación arancelaria.
Según los datos, en el ciclo que terminó el 31 de diciembre del 2015 se alcanzaron 1 millón 575 mil quintales, una diferencia de 775 mil en siete años, respecto a los 800 mil sacos reportados en el 2022.
DATO
Honduras solo produce un 17 por ciento en relación a la demanda interna anual de arroz estimada en 4.5 millones de quintales, de acuerdo con cifras de esa asociación.
Antecedentes: el sector arrocero de Centroamérica perdió 100.000 empleos el último año. La desgravación arancelaria generó incertidumbre.
Elías Dieck, presidente de la Asociación de Molineros de Honduras (Anamh), expuso la incertidumbre que hay en el sector con la desgravación arancelaria que otorga el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana (DR-Cafta).
El empresario aclaró que no están en contra de la liberación de los mercados, “siempre que exista un plan estratégico para asegurar la producción nacional”.
Enrique Lacs, director ejecutivo de Fecarroz, dijo que el tratado ha ocasionado que la producción de arroz y las áreas de cultivo estén disminuyendo y las importaciones sean mayores.
Lacs informó que solo en el último año 7.000 productores abandonaron el rubro, ocasionando la pérdida de más de 100.000 empleos. Detalló que en conjunto, los cinco países centroamericanos producen 586.000 toneladas métricas de arroz, mientras que las importaciones han alcanzado las 800.000 toneladas.
María Antonia Rivera, directora de la Asociación Hondureña de Agroindustriales, mostró preocupación por el artículo 16 del anteproyecto de Ley de Justicia Tributaria, que grava con ISV la compra de maquinaria, equipos, repuestos, accesorios y sistemas de riego. Señaló que eso tendrá un impacto negativo en la cadena agrícola, restará productividad y aumentará el precio de la canasta básica.