El término “infierno fiscal” se usa generalmente para referirse a un país o lugar con tasas impositivas muy altas. Según algunas definiciones, “infierno fiscal” también significa una burocracia fiscal opresiva u onerosa. En algunos casos, la presión fiscal efectiva es difícil de medir para una comparación, según Wikipedia.
La Fundación 1841, sin fines de lucro, busca proteger el derecho a la privacidad y a la propiedad de las personas, así como promover la competencia fiscal libre y transparente, de acuerdo con el informe del sector privado.
El Oficial de Política Económica del Cohep, Alejandro Kaffati, indicó que
“este tipo de ranquin es parte de los elementos que miran inversionistas antes de traer capitales al territorio nacional”.
Los elementos que evalúa la Fundación 1841 para catalogar a los países como un “infierno fiscal”, según la fuente son en primer lugar, el irrespeto al derecho a la propiedad y de la privacidad, pero, además, elementos, como baja calidad gubernamental, alta ineficiencia económica, instituciones débiles y altas cargas de impuestos y burocracia.
“Puede generar incertidumbre que se traduce en menos inversión y menos empleo, por tanto, es necesario mejorar no solo en la imagen, sino en elementos institucionales como los que menciona el ranquin para ser más atractivos a la inversión y más prosperidad para los hondureños” agregó.
“Son algunos de los elementos que desde el Consejo Hondureño de la Empresa Privada hemos puesto a la luz particularmente, Honduras se encuentra dentro de los trece países, junto con Argentina, Venezuela Bielorrusia” señaló Kaffati.
“Nos catalogan como “infiernos fiscales” particularmente por altas tasas de pobreza, alta población rural y poca industrializada y sobre todo la amenaza a la reforma tributaria donde evalúan particularmente el cambio de renta territorial a renta mundial, como un elemento que resta competitividad, que no solo suma costos al gobierno, sino a las empresas y al momento de hacer negocios en el país” concluyó.
Valoraciones de la Fundación 1841
“Antes de los dos impactos sufridos en Honduras 2020, aproximadamente el 25.2 por ciento de la población hondureña vivía en situación de extrema pobreza, y casi la mitad de la población (4.4 millones de personas) vivían en condiciones de pobreza, según los indicadores oficiales. Desde 2014, la reducción de este factor ha sido mínima, mientras que la pobreza extrema ha aumentado tanto en las áreas rurales desde 2014, como en las áreas urbanas desde 2017″.
«Además, la desigualdad en las zonas rurales ha experimentado un considerable incremento, pasando de un índice de Gini de 0.431 en 2014 a 0.486 en 2019. En general, en 2019 Honduras tuvo el cuarto nivel más alto de desigualdad de ingresos, con un índice de Gini de 0.482, en la región de América Latina y el Caribe. Si la reforma tributaria que pretende implementar el gobierno de Honduras se concreta, es posible que el país suba varias posiciones en nuestro ranquin”.