El Banco Mundial aumentó ligeramente sus perspectivas de crecimiento para Latinoamérica y el Caribe para 2023, y aseguró que la región crecerá un 1.4%, según su nuevo informe de perspectivas regionales, publicado el martes 4 de abril.
En 2024 y 2025, el crecimiento se mantendrá en el 2.4%, añadió la institución. La cifra para este año es una décima superior que la incluida en su anterior informe sobre el continente, publicado en enero, pero sigue estando “por debajo de lo esperado”, apuntó la institución en un comunicado.
La suba de tipos de interés, causa principal
Esto se debe, principalmente, a los efectos de las subidas de tipos de interés de los bancos centrales para luchar contra la inflación y a la bajada de precios de las materias primas, explicó en una rueda de prensa el economista jefe del Banco Mundial para Latinoamérica y el Caribe, William Maloney.
La pobreza no se reducirá a corto plazo
Con todo, y a pesar de que la región ya prácticamente se ha recuperado de la crisis de la pandemia de la COVID-19, el crecimiento de los próximos años será demasiado bajo como para traer una reducción significativa de la pobreza, ahondó el experto en una entrevista con EFE. Sin embargo, la integración de la región en la economía global continúa siendo muy baja.
“América Latina, por lo general, comercia menos de lo que debería, teniendo en cuenta la proximidad a sus socios y sus tratados de libre comercio. Deberíamos estar exportando mucho más”, dijo Maloney.
Falta de educación superior, un lastre para la región
A esto se le suma una progresiva reducción de las inversiones extranjeras en la región, especialmente las españolas, apuntó el experto. Maloney explicó que entre los motivos de la baja cantidad de inversiones internacionales se encuentran factores estructurales que será difícil revertir, como la falta de educación superior y técnica o la falta de inversión en infraestructuras y servicios.
Hace pocos días el político Mel Zelaya, parte del Gobierno de Honduras, demeritó y se burló por completo de todos los profesionales, graduados y con maestrías, reflejando el desprecio de las élites gobernantes por la educación.
Poca inversión en infraestructura
La región invierte apenas un 3.5% de su Producto Interior Bruto (PIB) en infraestructuras, mientras que en Asia o África se invierte alrededor del 7%. Eso, unido a unas instituciones políticamente inestables, resulta en una falta de integración y una pérdida de inversiones internacionales en Latinoamérica, a excepción de México, que está cada vez más conectado a la economía de Estados Unidos.