La cúpula empresarial ve oportunidades en esta relación, pero a la vez, teme que se entorpezcan las relaciones de Honduras con los Estados Unidos.
Honduras y la República Popular China abrieron relaciones diplomáticas a finales de marzo de este año, al tiempo que se dejó atrás una amistad de ocho décadas con Taiwán, dado que el gobierno de la Presidenta Xiomara Castro reconoce el principio de una sola China.
Sin embargo, el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), externó ayer sus temores en el documento “Relaciones Diplomáticas entre Honduras y China Continental, ventajas y desventajas”, en una presentación realizada en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).
A nivel de conclusiones, la cúpula privada cree que no solo en Centro América, sino la mayoría de los países latinoamericanos deben comprometerse a promover la investigación y capacitar a los funcionarios públicos para abordar la presencia económica de China con base en objetivos a largo plazo.
Es necesario contar con expertos del gobierno, que puedan diseñar, desarrollar estrategias prioritarias e identificar sectores clave de exportación o inversión que estén alineados con los intereses del gobierno.
Además, estos tecnócratas podrían ayudar a los gobiernos de la región a crear centros de desarrollo de investigación que abarque académicos y actores del sector privado y la sociedad civil que podrían colaborar para desarrollar políticas más estratégicas e integrales.
Los cambios legislativos y diplomáticos en curso en Honduras tienen importantes implicaciones socioeconómicas tanto para el país en su conjunto como para sus empresas privadas. La transición en las relaciones diplomáticas de Taiwán a China continental representa un profundo realineamiento en el panorama político de Honduras.