Tegucigalpa. La noticia del cierre de la fábrica de la Tabacalera Hondureña S.A., perteneciente al grupo British American Tobacco (BAT), ha generado consternación en el país. La empresa, fundada en 1924, era un pilar fundamental para el desarrollo comercial e industrial de Honduras, siendo el segundo mayor exportador de cigarrillos a nivel latinoamericano y el séptimo a nivel mundial.
Transformación de un país productor a importador
Con el cambio de modelo de operación de la empresa, Honduras deja de producir cigarrillos y se convierte en un importador neto del producto, principalmente desde México. Esto representa un duro golpe al crecimiento económico del país, ya que se pierden importantes ingresos por la venta y exportación de cigarrillos, además de los empleos directos e indirectos que generaba la fábrica.
Indiferencia gubernamental ante el éxodo de una empresa centenaria
Según fuentes confiables, Tabacalera Hondureña venía en proceso de cierre de operaciones desde hace más de dos años. Durante este tiempo, las autoridades del Estado no mostraron interés en conocer las causas del cierre ni en tomar medidas para evitarlo.
La empresa ha trasladado sus operaciones por fases hacia México, país que ahora será el centro de sus operaciones.
El gobierno minimiza el impacto y culpa a la competencia desleal
El ministro de Desarrollo Económico, Fredy Cerrato, ha negado el cierre de la empresa y ha calificado la situación como un simple traslado de la parte administrativa. Además, ha atribuido la disminución de las ventas de la empresa a la competencia desleal de cigarrillos chinos de contrabando.
La empresa asegura que el cambio de modelo no afectará a sus clientes ni proveedores
En un comunicado oficial, Tabacalera Hondureña ha asegurado que el cambio de modelo no afectará a sus clientes ni proveedores. La empresa seguirá operando en el país como distribuidor y comercializador de sus productos, manteniendo su compromiso con el pago de impuestos y la responsabilidad social.
La empresa ha cumplido con sus obligaciones laborales
Es importante destacar que la empresa ha cumplido con todas sus obligaciones laborales con los empleados, otorgándoles incluso paquetes de salida por encima de lo requerido por la ley. Además, muchos empleados seguirán gozando de protección social gracias a las medidas tomadas por la empresa.
El cierre de Tabacalera Hondureña es un hecho lamentable que tendrá un impacto negativo en la economía y el empleo del país. Es de esperar que las autoridades tomen medidas para mitigar este impacto y para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro.