Luego de un trabajo que comenzó hace una década, China dio el aval al protocolo de exportación para que la carne bovina colombiana llegue a ese mercado, que tiene más de 1.400 millones de personas y que, según la FAO y la Ocde, llegaría a un consumo per cápita anual de 10 kg en 2030. La noticia es muy importante para el sector pecuario, ya que ese mercado tiene un valor por kilo de carne casi dos veces mayor al de Colombia; mientras que a nivel local se comercia en US$9,68 en promedio, en el gigante asiático alcanza US$17,88.
La ministra de Agricultura y Desarrollo Rural, Jhenifer Mojica, también explicó que la medida se suma a una concertación para reactivar la admisibilidad de manera simultánea y efectiva para limón Tahití, porcinos y derivados de la sangre bovina. China es el mayor importador en el mercado mundial de carne bovina, con una participación total de 42%, según las cifras entregadas por el MinAgricultura, por lo que es una buena noticia para los ganaderos colombianos.
Algunos cuestionaron el posible efecto de la exportación de carne bovina a China por la incidencia en precios, alegando que, si la mayoría de la proteína producida se exporta, subirían los precios en el mercado local. Lo que es cierto, sin que se haya enviado un solo kilogramo de carne a China, es que la producción debe aumentar, con ejes claros en sostenibilidad y una baja en el total de hectáreas que ocupa la ganadería en el país, para satisfacer el mercado local y enviar hacia el país asiático, con un equilibrio comercial que dependerá de los mismos ganaderos.
Esta apertura traza la ruta para que otros sectores como el porcicultor o avícola ingresen a ese mercado, y así diversificar la oferta exportadora agropecuaria en los países del mundo.
