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- Para el año 2030, el 70% de la juventud en América Latina trabajará en el sector servicios, alejándose de empleos agrícolas y manufactureros.
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- Sin políticas públicas para hacer frente a los nuevos desafíos laborales, la juventud podría enfrentar mayores tasas de desempleo e inestabilidad.
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- Colombia fue uno de los países que hicieron parte del estudio y Bogotá la ciudad seleccionada para presentar los resultados de la región
El empleo juvenil en América Latina enfrenta transformaciones significativas que exigen respuestas estratégicas. Así lo señala el Estudio prospectivo del empleo juvenil en América Latina: La educación y la formación para el trabajo como eje clave, impulsado por Ayuda en Acción y elaborado por CEPAL, que proyecta que la juventud en América Latina experimentará cambios sustanciales en sus oportunidades laborales.
La investigación concluye que al 2030, bajo un escenario realista, en 16 países de la región, más de 1,2 millones de jóvenes dejarían el sector agrícola, cerca de 640 mil dejarían el sector manufacturero y más de 1,8 millones ingresarían al sector servicios.
En la región, este sector se caracteriza principalmente por bajos niveles de productividad laboral (CEPAL, 2024). Esto supondría que más del 60% de la juventud ocupada se concentrará en el sector servicios públicos y empresas (34%) y en comercio (30%), mientras que solo el 8,2% en el sector de agricultura o el 7,4% en construcción.
Si no se implementan medidas para anticiparse a estos cambios podría ocurrir que el mayor número de jóvenes buscando empleo supere la demanda existente, particularmente en zonas urbanas. Más aún, el desajuste entre oferta y demanda de empleo podría profundizarse debido a los procesos de automatización, riesgo en el que la población joven se encuentra sobrerrepresentada.
Esta situación impactaría en mayores niveles de desocupación juvenil y en el aumento de sectores informales y con menores barreras de entrada, como los trabajos en plataformas.
El estudio señala que la educación y la formación son claves para el futuro del empleo juvenil
«Sin políticas públicas específicas para mitigar estos riesgos, las tasas de desempleo e inestabilidad laboral podrían crecer, sobre todo ante el impacto del cambio climático y otros procesos migratorios que intensifican la competencia laboral en zonas urbanas,» señala Matías Figueroa, director de Programa Europa de Ayuda en Acción.
La juventud es un motor de cambio potencial para la región, pero enfrenta múltiples obstáculos que este estudio detalla. Además, brinda información para orientar políticas públicas inclusivas y eficaces para crear escenarios de oportunidades y facilitar que América Latina avance hacia un desarrollo inclusivo y sostenible.
“Los jóvenes tienen el potencial de transformar América Latina. Su inclusión en empleos de calidad debe ser una prioridad para los gobiernos y actores sociales”, afirma María Isabel Cerón de Sousa, representante de Ayuda en Acción en Colombia.
El análisis busca contribuir al diseño de estrategias que permitan a los países de la región anticiparse a los cambios en el mercado laboral. La inversión en educación y formación profesional, junto con políticas públicas inclusivas, son consideradas esenciales para garantizar un futuro laboral digno y sostenible para la juventud, convirtiéndola en el motor de un desarrollo regional más equitativo hacia 2030.